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lol a lo de la biblia xD
"Diversión, una palabra atrayente ante los ojos de una persona sedienta de entrenimiento ¿No es asi?. hmm~ por supuesto que si..."Estando rodeado de un ambiente por completo tedioso, Rokudo Mukuro estaba deseoso de poder manipular los sentidos de cualquiera que se le pusiese enfrente, no fue por más oportuno percatarse de que sus juguetes habían llegado por sí solos a cavar su propia tumba.....
Oh~ al parecer tenemos visitas~ -sonrió con aires de suficiencia desde su oscuro rincón. Sentado, apoyó su mentón sobre una de sus manos, esperando ansioso el arribo de sus inesperados visitantes-
me temo que sería una groseria de nuestra parte recibirlos indebidamente ¿No creen~? -se dirigió hacia sus compañeros en un tono apacible-
si, definitivamente no seré un mal anfitrión~Pudo verse cómo de pronto, al termino inmediato de aquella frase, una niebla oscura invadió la habitación, tornandose el ambiente por completo helado, muerto, en donde el ojo humano no podía percatarse de lo que había a su alrededor.
Y......
Silencio.... una ilusión sería el camino hacia su perdición. Vaya, que afortunados, ser capaces de conocer el infierno, el cual era mucho menos impuro a comparación de
su mundo,
la mafia. Irremediablemente mostrarles el verdadero dolor sería el objetivo principal,
"oh sí~ a eso lo defino como Divertido."_
Podían oirse los pasos acercarse, dejando al ilusionista un claro sentimiento de satisfacción. La puerta se abrió y lo más placentero de todo aquello fue ver los rostros de extrañeza que los cinco reflejaron. De pronto, un nuevo silencio abrumador invadió la escena, y, de la nada, una ilusión se dejo ver ante sus ojos, claro que ellos no lo percibieron así.
-Hi-hibari-san!!? -una expersión de terror se dibujó en el rostro del Décimo Vongola.
Hibari Kyoya se hallaba atado de pies y manos en el centro del lugar, amordazado, con las prendas rasgadas y manchadas de sangre. Petalos de
sakura a su alrededor sobresaltaban. Preocupados, y evidentemente alarmados, amenazaron con acercarse, pero antes de que eso sucediera, unos pasos provenientes del fondo de la habitación los dejaron inmóviles, fue cuando el guardián de la nube comenzó a toser sangre....
-Kufufu~ ¿Escuchan eso?... es el sonido del sufrimiento~ -Mukuro salió de la oscuridad, dejandose ver con una completa arrogancia y una sonrisa lasciva-
Sawada Tsunayoshi -dirigió la mirada hacia el castaño-
nos encontramos de nuevo~-alzo el rostro sin apartar la vista del menor, lo cual hizo que en su cara se reflejara una actitud intimidante-
¿Qué sucede? no están acostumbrados a verlo así? -se acercó hacia el pelinegro y colocó un pie sobre su cabeza, apretó fuertemente con la suela del zapato y la revolvió un poco, su intención:
pretender humillarlo-
oya oya~ ¿por qué esas caras? -inquirió al ver cómo con su acción logró asustarlos-
creí que les gustaría verlo de esta manera -apartó el pie para luego patear con fuerza su columna vertebral.
-Mukuro basta!!, porfavor detente!-suplicó el vongola.
¿Por qué debería? -arqueo una ceja en modo de superioridad-
no te pongas celoso Tsunayoshi-kun, también te poseeré a tí -se relamió y dirigió la vista hacia los perros del capo-
en cuanto me deshaga de ellos... -los gritos amenazadores de éstos no cesaron, sin embargo, Mukuro no se amedrentó en lo absoluto, por el contrario, mientras más se resistieran más divertido sería el juego.
-hmp, por haber pretendido humillarme de esa manera.....Te morderé hasta la muerte.El presidente del comité disciplinario apareció detrás de ellos, justo debajo del umbral de la puerta con su característica posición de ataque y mirada sádica. Todos se giraron para verle, mientras que la ilusión que se hallaba en el suelo desapareció. El ilusionista tomo con aún más fuerza su tridente, sin dejar que aquel sujeto le arruinara los planes, esbozo una sonrisa confiada.
-Oh.. Hibari Kyoya, has llegado a tiempo -inquirió-
la diversión apenas empieza... kufufu~