Ocupado, Tempesta?~ [priv. Gokudera♥]

Habían pasado ya meses tras la ultima aparición que Rokudo Mukuro hizo con su propio cuerpo ante los ojos ajenos, por lo que habiendo reunido las fuerzas suficientes para su próxima 'escapatoria' de aquellas pesadas cadenas, Chrome se desvanceció en una niebla helada para dar paso a vislumbrar la silueta de quien fuera su 'rescatador'. Probablemente no tendría mucho tiempo para pasearse por las calles de aquel bajo e impuro mundo el cual estaba rodeado de asquerosas ratas envueltas en la mafia, por lo que no fue demasiado díficil para el ilusionista deducir el lugar exacto al cual le gustaría dirigirse- Sawada Tsunayoshi uh?, kufufu~ si, será divertido -dijo para sí mientras se encamino hacia el lugar a paso relajado, tomando en cuenta el no perder demasiada energía en aquello.

Muy poco faltaba para llegar hasta su destino, la luz de la luna alumbraba lo suficiente como para poder percatarse de que a una distancia no muy lejana, una silueta familiar atrevesó su camino, probablemente para dirigirse hacia el mismo lugar que él. Por supuesto, no había otra razon para haberse encontrado casualmente a aquel sujeto... mejor dicho, el perro más fiel del Capo. Sonrió lascivamente al cruzarse por su mente la idea de entretenerse un poco con él antes de pasar al platillo fuerte.. su jefe por supuesto. Y, ¿Por qué no?, después de todo sería divertido jugar con su mente un rato- mh~ parece que tengo tiempo -se acercó sigiloso hacia Gokudera Hayato antes de que pudiese alejarse de su vista, y, estando a unos pocos centímetros de él... rió, deteniendose en seco- oya oya~ mira lo que tenemos aquí, un juguete.... kufufufu~

Nada era más divertido que ver a sus 'victimas' emitir aquel tipo de reacciones, en realidad hubiera sido más satisfactorio manipular su mente antes de haberse aparecido frente a sus ojos, sin embargo tenía que guardar reservas suficientes de energía para encontrarse con el Décimo Vongola, por lo que decidió hacerlo un poco más.....'Directo'. Rió por lo bajo, esbozando una sonrisa y mirada arrogantes; al parecer éste sujeto era interesante, así que no dejaría pasar la oportunidad de aprovecharse de él un poco - mh? ¿Qué clase de reacción es esa, Vongola? -se acomodo un tanto la camiseta y dirigió nuevamente su vista hacia el sujeto- ¿Importa mucho que haga por aquí? -preguntó para luego virar hacia la casa de Sawada Tsunayoshi, con la intención de provocarle para que pudiera ser más divertido su juego, era un hecho que... mientras más difícil fuera la presa, más se disfrutaba el momento de poseerla.

Oh~ ya entiendo, temes que le haga algo malo a tu jefe - arqueo la ceja y suspiró con un deje de suficiencia- tranquilizate Gokudera Hayato, no haré nada con él, por ahora kufufu~ -centro su mirada en aquellas pupilas verde esmeralda, tratando de emitir que por el momento, toda su atención se concentraría en él, y nadie más.

Sorprendente, ¿Tan fácil era lograr sacar de sus casillas al peliplata?.
Mh~.. al parecer había dado con su punto débil: Sawada Tsunayoshi, y, era un hecho que tendría que aprovecharse de ello. Patética, realmente deprimente fue toda la escena que el sujeto montó, ¿Con quién creía que estaba tratando? estaba muy equivocado si su intención era pretender intimidarlo con todos aquellos aspavientos e inútiles griteríos, definitivamente ese tipo de 'ataques' no servían en el ilusionista- no me subestimes , Vongola -sonrió malicioso y con una notoria expresión relajada- al parecer sabes perfectamente lo que busco - alzó un tanto la mirada para dirigirla hacia el cuarto del menor - kufufu~ me alegra saber que Tsunayoshi tiene un subordinado tan intuitivo, así para cuando le posea te darás cuenta de que lo hice completamente mío -alzó el rostro sin apartar la mirada de la ajena, tornándose su expresión retadora- ...sabes a lo que me refiero?.

Si tan listo era, habría podido darse cuenta de cuáles eran sus intenciones para con el Capo. Avanzó unos cuantos pasos hacia el tempesta y con un porte confiado, tomó con fuerza su tridente para cuando estuvo a una distancia coherente, lo alzó y le apuntó directo al pecho- ¿Qué serias capaz de hacer por tú jefe, uh? -inquirió soberbio, pretendiendo jugar con su mente y manipularle hasta que sus sentidos dijeran basta.

Vaya, que increíble sujeto -añadió al ver la disposición que el Guardián de la Tormenta tomo al referirse de esa manera del Capo. No era un secreto que era su perro más fiel, pero, arriesgarse a perder la vida solo por un chico inútil, que no servía más que para ser puente fácil en sus planes, en verdad que era triste. Pena, es lo que daba al comportarse de esa manera, pero no era rival para el ilusionista, no, un simple mafioso de su nivel no podría acabar con el peliazul por más ladrará, después de todo, perro que ladra no muerde.

Sonrió lascivamente y arqueo una ceja, divertido por lo que había ocasionado en el peli plata. Molestar fue su objetivo primero, y al parecer éste sujeto era presa fácil, demasiado predecible, que tipo más patético. Bajo el tridente, y fijo firme su vista en la contraria, no era digno del ilusionista atacar a sangre fría, no, su juego consistía en reventar la cordura , el juicio ajeno hasta destrozarlos por completo, y ésta no sería la excepción- kufufu~ relájate Gokudera Hayato, no es de muy buena educación alzar así la voz -agregó despectivo- además, Sawada Tsunayoshi podría preocuparse, no quieres ocasionarle problemas, cierto? -se relamio comenzando a caminar hacia el peli plata sin ningún titubeo, aún sin pretender ejercer algún tipo de truco fue directamente a posasrse justo a unos cuantos centímetros de éste.

Oya,oya, si tan capaz eres, demuestralo -sonrió ladino, sabiendo que aquello le provocaría en demasía, pero después de todo....ese era el plan.